Los seres humanos tenemos diversas adaptaciones para la reproducción:
muchos animales invertebrados, como las anémonas de mar se reproducen
asexualmente por fisión, la cual consiste en la división de dos o más
organismos de tamaño igual. Otra forma de reproducción asexual es la fragmentación,
es decir, el rompimiento del cuerpo en varias partes, algunas de las cuales o
todas se convertirán en adultos completos, tal es el caso de las estrellas de
mar. Para un organismo que se reproduce de esta forma, la fragmentación debe
estar acompañada por la regeneración, o sea, el crecimiento de la parte
perdida.
En la mayor parte de los animales la
reproducción se relaciona con las estaciones del año. La naturaleza periódica
de la reproducción permite a los animales conservar recursos y reproducirse
cuando las condiciones ambientales favorezcan la supervivencia de los
descendientes. Los ciclos reproductivos son controlados por factores
ambientales como la temperatura, la duración de la luz solar en el día, la
época de lluvia, etc., y por factores hormonales.
Reproducción sexual y asexual en animales:
Una ventaja de la reproducción asexual es que
produce nuevos organismos en poco tiempo, por tanto, puede colonizar
rápidamente un nuevo ambiente.
Los animales pueden reproducirse sexual y
asexualmente o alternar ciclos sexuales con asexuales.
La reproducción de la pulga de agua es asexual
en condiciones favorables y es sexual en condiciones de estrés ambiental.
Entre plantas gimnospermas, es decir con flores,
pueden existir plantas dioicas (que presentan flores masculinas y flores
femeninas) y plantas monoicas (que tienen los dos sexos presentes en la misma
flor).
La partenogénesis es un proceso en el cual los
huevos se desarrollan en formas adultas sin ser fecundados. Tiene un papel
importante en la organización social de algunas especies de abejas, avispas y
hormigas. En las abejas, los zánganos (machos) son producidos por
partenogénesis, mientras que las hembras (obreras y reina) se desarrollan de
huevos fertilizados.
La reproducción sexual muchas veces representa
un problema para animales que viven fijos en madriguera o en forma parásita
como las lombrices, que tienen dificultades para encontrar pareja del sexo opuesto;
una solución a esto es el hermafroditismo. Los organismos hermafroditas tienen
sistemas reproductores femeninos y masculinos.
Algunos organismos hermafroditas se fecundan
ellos mismos, sin embargo la mayoría se aparea con otro miembro de su especie;
cuando esto último ocurre, cada individuo sirve como hembra y macho donando y
recibiendo esperma, como en las lombrices. En otros de hermafroditismo, las
hembras y machos cambian de sexo durante su vida.
Carlos Antonio Hernández Herrera
No hay comentarios:
Publicar un comentario