En nuestro país, en el
momento en que nace un bebé, resulta común que se le busque parecido con sus
padres, abuelos o familiares cercanos. El tipo de ojos, la forma de la cara, la
nariz, orejas y hasta algunos lunares son objeto de comparación en tales casos.
Estas características que son visibles constituyen el fenotipo. El fenotipo es sólo una parte de la información
hereditaria que el organismo recibió de sus padres. Existen otras
características que no son visibles a simple vista; por ejemplo: la posibilidad
de que desarrolle diabetes o alopecia (calvicie), entre otras enfermedades. En
todos estos casos, en las personas puedes existir información hereditaria que
permita la aparición de estas características.
Para
expresar la totalidad de la información hereditaria que tiene un individuo,
tanto la que es visible como la que no es notaria, se emplea el término genotipo. El genotipo es la
totalidad de la información hereditaria contenida en la célula. Esta aportación
se debe al estudio del material hereditario del anatomista alemán Wilheim von
Waldeyer. El avance de los estudios en genética permitió saber que los cromosomas están formadas
principalmente por dos tipos de sustancias: proteínas y ácido desoxirribonucleico (ADN). Cada
ser vivo tiene una cantidad específica de cromosomas. En la especie humana,
cada célula tiene 46 (23 de la madre y
23 del padre) en el momento en que se reproduce.
Normalmente
se clasifican por su forma y tamaño, y se les asigna un número. Cada cromosoma
tiene un tipo particular de información hereditaria; así, en el cromosoma 3 de
los humanos existe información para producir cáncer de hígado; el 4 tiene
información para producir en la vejez la enfermedad de Parkinson
(caracterizada, entre otras cosas, por temblores incontrolables en manos y
pies), el 23 contiene información que determinará, entre otras características,
el sexo de las personas. A cada segmento de cromosoma que contenga información
para una característica se le denomina gen. En la especie humana se calcula la existencia de 30 mil
genes.
Marcos Mendoza Mendoza.
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